LENDA
DO
MOSTEIRO DE CARBOEIRO
Lo que ahora es una ruina fue antaño un gran monasterio cuya construcción fue difícil por, en primer lugar, la falta de recursos económicos y, en segundo lugar, la falta de recursos humanos. Esta falta de recursos hizo que uno de los monjes le propusiese al abad pedir ayuda al “demo”, conocido como gran constructor de obras públicas.
Aunque en un principio la idea resultó totalmente descabellada, los monjes aceptaron y enviaron a uno de ellos a negociar con el demonio la construcción del Monasterio.
El demonio, conocedor de que los Monjes tenían el “salterio de San Cibrán” (que hace huir a este maligno ser), le dijo que construiría el monasterio si no volvía a ver a los monjes y, además, exigió las almas de todas las personas que muriesen el domingo, día en que concluiría su gran obra. El demonio creía que ese día, debido al frío que hacía, moriría mucha gente y le convenía el trato.
Cuando el monje regresó al monasterio comunicó la buena nueva y se fue a dormir. Ya al día siguiente los monjes se levantaron admirando la hermosa obra que se estaba construyendo.
Sin embargo, no todo salió como el demonio pensaba y, enfadado, intentó destruir el monasterio pero el miedo al salterio de San Cibrán evitó la ruina de tan hermosa obra.
Cuando el salterio de San Cibrán fue desplazado a Toledo, el demonio pudo satisfacer su deseo de destrucción e hizo que una gran tempestad afectase al Monasterio de Carboeiro dejándolo en el estado ruinoso del que en la actualidad intenta salir.
MAPA
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XOAN ARCO DA VELLA
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